martes, 15 de enero de 2008

Dos Pelis: Diferencia entre emoción y sentimentalismo

En una tarde no lluviosa pero con vendavales colgados de las ventanas y los postes de luz, Perro Mimo quiso olvidar el aroma inevitable de la calle, entonces se quedó prendado en su casa, en su sillón verde con huequitos definidos. Encontró en la tienda de la esquina de El Corsario dos películas: Luz Silenciosa y Cosas que se perdieron en el camino. Decidió el can desolado sentarse en sus cuatro patas de expectación para un anochecer campestre. La primera, dorigida por el mexicano Carlos Reygadas, resultó una joya bien pulida, que despertó hasta a las pulgas del rabo. Los paisajes por los que deambula la cámara cuentan la historia de Johan, enamorado de dos mujeres. La fotografía es un narrador más que describe el impasible carácter de un hombre atrapado entre su destino y su responsabilidad. El fotógrafo Alexis Zabé comparte la dichosa gracia de entrelazar las imágenes con el desarrollo de la historia, lo cual funde el horizonte entre lo narrativo y la mera narración. La segunda película es un intento hollywoodense por hacer derramar lágrimas al espectador. Cuenta la historia de una viuda (Halle Berry) que ayuda al mejor amigo del muerto a dejar las drogas. No podían faltar los dos pequeños huerfanitos para amarrar el nudo en la garganta. La falta de sutileza para contar la historia hizo a Perro Mimo soltar un ladrido-carcajada en lugar del esperado aullido. Lo rescatable es la preciosa Halle, quien provocó más de un gemido un rápido movimiento del rabo.


1 comentario:

E.E dijo...

Bienvenido!, ahora sí al aire. Salut!